LA PAZ, TRASLASIERRA : DELIA HABRÍA SIDO ABUSADA, PERO NO APARECEN EVIDENCIAS, TRES AÑOS SIN RASTROS.

LA PAZ, TRASLASIERRA : DELIA HABRÍA SIDO ABUSADA, PERO NO APARECEN EVIDENCIAS, TRES AÑOS SIN RASTROS.

“Delia, ¿dónde estás?” es una suerte de mantra repetido sin cansancio en las incontables marchas pidiendo justicia por la adolescente que desapareció hace tres años, cuando tenía 14 años. En La Paz, a pocos kilómetros de Villa de Merlo,  la respuesta resuena en voz baja, apuntando con precisión al lugar donde podría encontrarse un cuerpo.

Sucede que en el pueblo de tres mil habitantes ya casi nadie espera volver a ver con vida a Delia Gerónimo Polijo, quien desapareció el 18 de septiembre de 2018. Este sábado, una nueva y cuantiosa marcha reclamó su aparición por el centro de la localidad.

El pueblo se encuentra con una novedad terrible, si es que se confirma a nivel judicial: “De acuerdo a elementos que hay en la causa, podemos decir que Delia fue secuestrada y abusada por varias personas, luego la mataron y ocultaron su cuerpo en un lugar que hay que determinar”. Eso declaró a La Voz el abogado Germán Romero Marcón, el nuevo representante de los padres de la adolescente, una pareja que hace 20 años llegó desde Bolivia a trabajar en la producción de ladrillos.

El letrado presentó, además, una demanda civil al instituto Ipem 137 de La Paz. Y afirmó que no debe repetirse la salida imprevista, sin autorización, de los alumnos de las escuelas. Romero Marcón ha criticado severamente a la instrucción judicial, aseverando que hay errores y negligencias.

La búsqueda de Delia tuvo siempre una intensidad sin precedentes en la zona. Habría contado con todos los recursos técnicos y humanos posibles, y los gobiernos (provincial y nacional) ofrecieron recompensas por medio millón de pesos a cambio de información cierta.

Pero el miedo o la complicidad parecen ganar la batalla hasta ahora.

EL MISMO DOLOR

“Hasta ahora esperábamos encontrar a Delia con vida, pero también queremos saber la verdad, porque este dolor que tenemos lleva años, y está como el primer día”, dice desgarrado Mario Gerónimo, el padre de Delia y de otros cuatro hijos. El jornalero llegó a La Paz en 2001 junto con Modesta Polijo. En la nueva tierra nacieron sus últimos tres hijos. Entre ellos, la adolescente que ha sido buscada con una intensidad inédita en la región. Pero el enigma sigue.

“Estamos muy tristes todos los días, creemos que si algún vecino nos hizo esta maldad, no la hizo solo, Dios quiera que pronto sepamos la verdad”, agrega Mario, afirmando lo dicho por el abogado.

La fiscal del caso, Lucrecia Zambrana, de los tribunales de Villa Dolores, volvió a afirmar que la investigación no ha tenido pausa, aunque mantiene un marcado silencio sobre los pormenores de la causa.


El nuevo abogado de la familia aseguró que hay pruebas que vinculan a varios hombres en el supuesto crimen.

Los papás de Delia Gerónimo Polijo, en la marcha por la adolescente que desapareció hace tres años cuando volvía del colegio, en La Paz, un pequeño pueblo del sur de Traslasierra. (Gentileza Jorge Funes)

El letrado presentó, además, una demanda civil al Ipem 137 de La Paz. Y afirmó que no debe repetirse la salida imprevista, sin autorización, de los alumnos de las escuelas. Romero Marcón ha criticado severamente a la instrucción judicial, aseverando que hay errores y negligencias.

La búsqueda de Delia tuvo siempre una intensidad sin precedentes en la zona. Habría contado con todos los recursos técnicos y humanos posibles, y los gobiernos (provincial y nacional) ofrecieron recompensas por medio millón de pesos a cambio de información cierta.

Pero el miedo o la complicidad parecen ganar la batalla hasta ahora.

ENIGMA Y SOSPECHAS

Delia desapareció alrededor de las 16.30 de aquella tarde poco antes de llegar a su casa, situada en el paraje La Guarida, a seis kilómetros de la escuela, de la que había salido antes por las fiestas estudiantiles.

Muy poco se supo después de ella: que había sido vista caminando a la salida del pueblo, que se encontraron algunas de sus pertenencias al costado de la ruta. No mucho más.

Dos jóvenes se destacaron entre los vecinos que ayudaron en la búsqueda inicial: Pascual Vieyra y Mauro Martínez. Los dos tuvieron un final similar: el primero apareció ahorcado algunas semanas después; el segundo a los tres meses. Luego se dijo que habrían aportado datos falsos para despistar.

Martínez (27) fue denunciado el 23 de diciembre de aquel año por su esposa, quien afirmó que estaba vinculado a la desaparición de Delia. Al otro día apareció colgado de un árbol cercano a su casa. Sus padres afirmaron que el cuerpo estaba golpeado. La fiscalía lo negó.

Dos años después, el prestigioso adiestrador de perros Marcos Herrero encontró guantes y preservativos junto a aquel árbol. Los peritajes no llevaron a resultados contundentes.

Tampoco antes los procedimientos descubrieron pruebas. No se encontraron rastros de Delia en las cenizas de un horno de ladrillo que se tamizó, ni en los numerosos pozos balde de la zona, ni en incontables rincones del mapa de la pesquisa.

CORAZONES DIBUJADOS

Hoy, el abogado de la familia cree que pudo haber una instigación al suicidio de Martínez. Habla también de una carta de despedida, que podría haber sido preparada por terceros. Afirma que son raras las características del mensaje, que no habría sido peritado por la investigación: “Llama la atención que un hombre que acuchilla gente y golpea a mujeres, dibuje corazones y se despida de esa manera”, dijo.

Romero Marcón también pidió que la muerte de Vieyra, amigo de Martínez, sea investigada en relación con la causa.

En concreto, el abogado aseguró tener fundamentos para afirmar que Delia fue secuestrada y abusada por varios hombres en una casa abandonada en el paraje de Corralito Abajo. Afirmó que una red de silencio protege a los causantes y que hay procedimientos que deben repetirse o realizarse.

Según la Justicia, la vivienda mencionada, que sí se usaba para fiestas privadas, fue examinada exhaustivamente, sin que se encontraran indicios de los supuestos hechos.

Fuente : La Voz del Interior e Infomerlo.